viernes, 4 de noviembre de 2011

Recuerdo de una fuerte amistad .

Era una mañana fría aquella del mes de septiembre . La primera , de las muchas otras en las que , desconsoladamente , mi madre me pondría encima de la cama aquella falda de cuadros negros , grises y blancos.
La camisa , recién planchada , pasaría a ser mi fiel compañera en los consecutivos años que pasé en aquel colegio.
Caminaba como si quisiera parar el tiempo , despacio , con la esperanza de que algo pasase para no tener que desprenderme de las cálidas mañanas en mi casa ; en mi cama . Aquellas mañanas , en las que si pintaba era porque quería y no porque una mujer con gafas , mandilón rosa y aspecto marimandón me lo ordenase .
Al mirarme al espejo observé una Laura diferente , y no sólo por el peinado , que también - aquel lazo azul marino ... - sino porque en él vi mis días y lo mal que me caería tener que levantarme a las ocho de la mañana de lunes a viernes . 
Cruzando ya aquel paso de peatones , que desaparecía bajo mis pies con cierto aire chulesco , como burlándose de mi y de mis amigos los temibles nervios , me di cuenta , que más que un colegio , aquello parecía un castillo.
Torres altas , puerta grande y de madera , lámparas antiguas , baldosines blancos y negros ; gastados , como si muchos pies les pasasen por encima .
Todo era extraño para mi , y , por supuesto , extraño para aquellas dos que se escondían tras la pierna de sus respectivas madres .
Cada una con aspecto diferente , pero llamativo para mí . Una de tez morena , pelo castaño , mirada ausente ... apariencia dulce .
Otra ; piel clara , cabello negro y unas gafas que permitían ver unos ojos rabiosos . Rabiosos de querer demostrar lo fuerte y atrevida que era y lo poco que lo podía expresar en esos momentos .
Lucía y Carlota . Yo las cogí de la mano y las arrastré hacia dentro , haciéndoles ver , que , en los años que estuviésemos allí , juntas , todo lo mal que lo tuviésemos que pasar lo superaríamos así ; dándonos simplemente la mano .
Y así fue .

1 comentario:

  1. Muy bien, Ella. Un relato lleno de búsquedas estilísticas. No hay un sólo párrafo rutinario, en todos hay un intento de narrar de forma original. A mí, lo que más me gusta son las descripciones de las dos amigas: la dulce y ausente y la fuerte y atrevida de los ojos rabiosos. Estupendas las dos.

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